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La Historia de las APIs: ¿Cuál fué la primera API?

Vivimos en una era donde todo parece conectado: tu móvil se comunica con tu banco, tu coche con el taller, tu smartwatch con tu nutricionista. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cómo se construye esa magia invisible? La respuesta es sencilla y poderosa: gracias a las APIs.

En este artículo vamos a recorrer la fascinante historia de las APIs (Interfaces de Programación de Aplicaciones), desde sus orígenes humildes en entornos académicos hasta convertirse en el motor silencioso de la economía digital. Y como consultores de Yusapi.com, especialistas en integrar soluciones tecnológicas para empresas, creemos que entender esta evolución no es solo cultura general: es estrategia empresarial.

Desarrollo de API
Yusapi y las APIs

¿Qué es una API?

Antes de lanzarnos a la máquina del tiempo, aclaremos el concepto.

Una API es un conjunto de reglas y protocolos que permite que dos aplicaciones se comuniquen entre sí. Es como un camarero en un restaurante: tú haces el pedido (solicitud), él lo lleva a la cocina (el sistema) y te trae lo que pediste (respuesta). Todo eso sin que tengas que entrar en la cocina.

Las APIs permiten que sistemas completamente diferentes hablen el mismo idioma. Desde una app de pedidos que se conecta con el TPV del restaurante, hasta un ERP industrial que sincroniza datos con el CRM comercial.

Los primeros pasos: años 60 y 70

  1. El término API no es nuevo. Se remonta a los años 60. La primera mención formal se encuentra en un artículo de 1968 titulado «Data structures and techniques for remote computer graphics» de Wilkes y Needham. Por entonces, las APIs eran bibliotecas internas que permitían a las aplicaciones comunicarse con el sistema operativo.

    En los 70, con el auge de los mainframes, IBM y otras compañías ya hablaban de interfaces de programación, pero el enfoque era puramente interno: optimizar cómo se construían los programas dentro de una organización. Aún no existía la idea de compartir funcionalidades con terceros.

Los 90: las APIs empiezan a abrirse al mundo

En los años 90, gigantes como Microsoft comenzaron a liberar APIs para que los desarrolladores externos pudieran construir aplicaciones compatibles con Windows. Si alguna vez usaste un programa que «se integraba perfectamente con el sistema operativo», seguramente fue gracias a una API.

En 1999, Salesforce revolucionó el modelo de negocio al convertirse en uno de los primeros servicios SaaS en ofrecer una API pública. Eso permitía a los desarrolladores integrar sus propias apps directamente con Salesforce, sentando las bases del concepto moderno de plataforma.

2000s: El auge de las APIs web

Con la expansión de internet y la llamada Web 2.0, las APIs dieron un salto cualitativo.

En 2002, Amazon y eBay lanzaron sus primeras APIs públicas, permitiendo que otros sitios web pudieran consultar sus catálogos, hacer pedidos y gestionar pagos de forma automatizada.

Y en 2004, Roy Fielding, coautor de HTTP, definió REST (Representational State Transfer), una arquitectura que simplificó drásticamente la creación de APIs web, usando los mismos principios de la navegación web: URLs, métodos HTTP (GET, POST, PUT, DELETE) y respuestas en JSON.

REST se convirtió en el nuevo estándar y democratizó la creación de APIs. Ya no hacía falta ser una gran corporación para ofrecer integraciones. Cualquier empresa podía hacerlo.

Redes sociales y el efecto multiplicador

Entre 2006 y 2010, el mundo fue testigo de cómo las APIs podían amplificar el alcance de un producto:

  • Facebook lanzó su API para desarrolladores externos, lo que permitió que miles de apps se integraran con su red social.

  • Twitter hizo lo propio, y herramientas como Hootsuite o TweetDeck crecieron gracias a esa apertura.

Las APIs se convirtieron en canales de distribución. Ya no solo conectaban sistemas: también generaban ecosistemas.

Las APIs como modelo de negocio

A partir de 2010, surgieron empresas cuyo único producto era una API:

  • Stripe revolucionó los pagos online. Su API era tan simple y potente que los desarrolladores la adoptaron masivamente.

  • Twilio facilitó el envío de SMS y llamadas a través de código.

Ambas demostraron que una API bien diseñada puede ser más valiosa que cualquier interfaz gráfica.

Desde entonces, hablar de «API-first» es hablar de un enfoque estratégico: se construye primero la API, y luego todo lo demás (web, apps, etc.).

La economía de las APIs

Hoy vivimos en lo que muchos llaman la API economy.

Cada vez que pagas con Bizum, pides un Uber o ves una serie en Netflix, estás usando múltiples APIs sin darte cuenta. Todo funciona gracias a pequeñas piezas de software que hablan entre sí en segundo plano.

Las APIs permiten:

  • Agilidad: conectar herramientas sin reprogramar todo.

  • Escalabilidad: crecer sin rehacer procesos.

  • Automatización: disparar acciones sin intervención humana.

  • Innovación: integrar IA, big data o IoT en procesos existentes.

GraphQL y nuevas arquitecturas

En 2015, Facebook lanzó GraphQL, una alternativa a REST que permite a los clientes definir exactamente qué datos quieren recibir. Esto reduce el volumen de datos transmitidos y mejora el rendimiento.

Hoy coexisten múltiples estilos de APIs (REST, GraphQL, gRPC, SOAP), pero el concepto central es el mismo: abrir tu software al mundo para conectar, colaborar e innovar.

¿Qué tiene que ver esto con Yusapi.com?

En Yusapi.com trabajamos con empresas de nivel tecnológico medio-alto, que muchas veces tienen sistemas cerrados, procesos manuales o entornos mixtos con tecnologías heredadas.

Nuestra misión es conectar esos mundos mediante APIs:

  • Integrando el ERP con el CRM o el sistema de producción.

  • Facilitando cuadros de mando que unifican datos de múltiples fuentes.

  • Automatizando procesos que antes dependían de tareas repetitivas.

Y lo hacemos gracias a nuestra metodología «pop-up»: nos integramos temporalmente como parte del equipo del cliente, analizamos sus flujos y construimos APIs a medida o usamos APIs existentes para optimizar todo el sistema.

¿Por qué deberías tener una estrategia de APIs?

Porque sin ella, tu empresa se convierte en una isla. Y hoy, los negocios crecen en archipiélagos interconectados:

  • ¿Tienes un software que no se conecta con tu web? Problema.

  • ¿Tus comerciales no tienen acceso en tiempo real al stock? Problema.

  • ¿Tu sistema de facturación no se integra con Hacienda o con tu banco? Problema.

Una buena estrategia de APIs te permite adaptarte, colaborar y escalar.

Las APIs no son solo para programadores

La historia de las APIs es la historia de cómo la tecnología pasó de ser monolítica y cerrada, a ser distribuida, modular e integrada. Las APIs nos han permitido construir más rápido, ser más flexibles y colaborar sin fricciones.

En Yusapi.com creemos que cualquier empresa, sin importar su tamaño o sector, puede beneficiarse de una buena estrategia de APIs. Y no solo eso: creemos que no tenerla, a estas alturas, es una desventaja competitiva.

Por eso hemos lanzado el Plan de Impulso Tecnológico de Yusapi: un programa diseñado para empresas que quieren transformar sus procesos, abrir sus sistemas y preparar su infraestructura para el futuro digital. Incluye:

  • Diagnóstico gratuito de conectividad y madurez tecnológica.

  • Diseño de una hoja de ruta API-first adaptada a cada organización.

  • Integración progresiva de sistemas clave (ERP, CRM, BI, etc.).

  • Formación y acompañamiento para el equipo interno.

¿Quieres descubrir cómo aplicar esto en tu empresa? Escríbenos. en plandeimpulsotecnologico.es o yusapi.com.

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